Ilustrador y bibliófilo, este ingeniero desciende de una familia de banqueros establecidos en París, que a mediados del siglo XIX, con motivo de la desamortización de Mendizábal, adquiere en Poblet el castillo de Vimbodi-Riudavella, propiedad que sigue perteneciendo actualmente a los herederos. Su padre, José Pedro Gil, fue un pintor que mantuvo una importante correspondencia ─recientemente publicada─ con Joaquín Sorolla.
José Pedro Gil Moreno de Mora nació en París, ciudad en la que se formó como ingeniero y como artista grabador. Discípulo de Maurice Achener, sus ilustraciones guardan gran parecido en estilo y temática con las del artista alsaciano, que le sobrevivió dieciocho años.
En la Galería J. Alexis se celebró una exposición de cien obras, litografías y aguafuertes, inaugurada por la Infanta Eulalia de Borbón, que fue recibida con grandes elogios del crítico de arte Jacques Reyliane. En el suplemento de Le Figaro aparecieron reproducidas algunas de sus ilustraciones. Uno de sus grabados, Puente de San Martín, el puente de Toledo tantas veces dibujado por artistas franceses, fue premiado en el Salón de París, de cuyo acontecimiento dio noticia el diario ABC a través del cronista Monte-Cristo (seudónimo de Eugenio Rodríguez de la Escalera).
Próximo al grupo de gentes que frecuentaban los salones artísticos y literarios parisinos de españoles e hispanoamericanos, llevó a la Asociación de Bibliófilos de Barcelona el gusto y las tendencias de las ediciones de bibliófilo francesas. Fue socio de la Agrupación de Amigos del Libro de Arte (ALA), la sociedad creada en París por Eugenio d’Ors en colaboración con Adelia de Acevedo. Como grabador e ilustrador, es más conocido en Francia que en España. En París ilustró dos ediciones de bibliófilo de temática española: Para Édition d’art Piazza, Constance:l’illustre servante (1931), de Miguel de Cervantes. Al año siguiente salió su obra más conocida, Un soir à Cordue, de Georges Grappe, promovida por una sociedad de bibliófilos, Societé des Amis du Livre Moderne. Ambos libros están ilustrados con puntas secas, en el estilo delicado que caracteriza a este artista. Bajo la iniciativa de la casa de Miquel-Rius, el bibliófilo que le acompañaría en la fundación de la ABB, sale en 1930 su única edición de bibliófilo en español, Poblet, itinerario sentimental, de Lorenzo Riber, con dibujos litografiados en la imprenta de Joan Jutglar.
En España, este aristócrata e ingeniero gozó de cierto reconocimiento como ilustrador y grabador, sobre todo en Madrid, donde su obra artística tuvo eco en los años treinta a través del diario ABC. En 1932 era el crítico de arte, Antonio Méndez Casal, quien consideraba como obras de excelente calidad los seis aguafuertes presentados a la Exposición Nacional de Bellas Artes. Al año siguiente, bajo el título “Una gran ilustración cervantina”, este periódico (4 de febrero de 1933, pág. 37) hacía una breve reseña sobre el estilo del grabador y sobre las ilustraciones de Constance, l’illustre servante, de Cervantes. Y el 21 de mayo de 1935 se inauguraba en el Salón Ruiz Vernacci una exposición de dieciocho puntas secas cuyo tema era el baile andaluz, acontecimiento que también mereció una breve presentación en las páginas del periódico madrileño.
Miembro fundador de la ABB, su intervención fue decisiva en la formación de la sociedad. Desde 1943 se reunían unos cuantos bibliófilos barceloneses para hablar de bibliofilia; entre ellos se encontraban José Pedro Gil Moreno de Mora, Ramón Miquel y Planas, Alfonso Macaya y el Marqués de Mura. En tales reuniones surgió el nacimiento de la institución bibliófila de la que fue vicepresidente.
Se casó en 1922, en el Puerto de Santa María, con María Amalia Torres y Delgado, hija de Miguel Ángel de Torres e Iribarren, Marqués de Villarreal de Purullena. El matrimonio está enterrado en el Monasterio de Poblet, de cuyo Patronato fue presidente.
José Pedro Gil Moreno de Mora es abuelo de Sheila Schmidt Gil Moreno de Mora, ilustradora y pintora de paisajes de Mallorca, ciudad en la que vive actualmente.
Fue uno de los socios que mayor protagonismo tuvo en la fundación de la ABB, creada a imagen de las sociedades de bibliofilia francesas, que tan bien conocía. Su muerte prematura solo le permitió pertenecer a la sociedad durante unos meses, desde el 26 de junio de 1944 hasta el 1 de abril de 1945. Era el socio número 3, número que desde 1945 hasta 1993 permanecería a nombre de varios miembros de su familia (su esposa María Amalia de Torres, su hijo José Gil Moreno de Mora y la viuda de este, Regina Martínez Laurens). Desde octubre de 1993 el número 3.5 pertenece al socio Eugeni Gay Montalvo.
Fuentes y Bibliografía:
Referencias hemerográficas de ABC.
Referencias hemerográficas de La Vanguardia.
“Exposición Moreno de Mora en el Salón Ruiz Vernacci”, ABC, 22 de mayo de 1935, pág. 41.
Méndez Casal, Antonio: “La Exposición Nacional de Bellas Artes. IV: Grabado”, ABC, 19 de junio de 1932, págs. 27-29.
Diez años de vida de la Asociación de Bibliófilos de Barcelona. Barcelona, ABB, 1955.
Puig Rovira, Francesc X.: “Els membres de l’Associació de Bibliòfils de Barcelona. Relació històrica”, Anuario de la Asociación de Bibliófilos de Barcelona. 2009-2010. Barcelona, 2011.
Ràfols, Josep F.: Diccionario biográfico de artistas de Cataluña, desde la época romana hasta nuestros días. Barcelona, Milla, 1951-1954.
[Reyliane, Jacques]: Gravures de José Pedro Gil. Paris, Galerie J. Alexis, 1928.