Por Germán Masid Valiñas

Estudioso en numerosos campos de la historia, la literatura y el arte, sus publicaciones más abundantes son las dedicadas a la cultura gallega. Fue una figura verdaderamente polifacética: profesor, investigador, creador literario, traductor, crítico de arte, conferenciante, estudioso de la heráldica y la genealogía, historiador, bibliógrafo, bibliófilo y coleccionista. A finales de los años sesenta y primeros setenta era director del Museo de América, profesor de Historia de América en la Universidad de Madrid y jefe del Departamento de Programas Culturales en Televisión Española. Sus ciudades de residencia fueron Barcelona, Madrid y A Coruña, donde vivió sus últimos años.

Antes de ser nombrado Director del Museo de América, Carlos Martínez-Barbeito había residido unos veinte años en Barcelona, donde se integró de manera muy activa en la vida cultural y literaria de la ciudad. Allí se relacionó con destacados hombres de letras, que, de una u otra manera, estaban vinculados a la bibliofilia: Albert Manent, Néstor Luján, Martín de Riquer, Juan Vinyoli, J. V. Foix… Fue colaborador del semanario Destino, donde coincidió con Josep Pla, Carles Soldevila o Sebastià Gasch; y en la editorial Planeta hizo traducciones de las obras de Pearl S. Buck, junto con Elizabeth Mulder o Manuel Bosch Barret. En la ciudad catalana fue crítico literario en Radio Nacional y participó como conferenciante en veladas literarias de “Conferencia Club”, Casa del Libro y el Centro Gallego de Barcelona, de cuya Comisión de Cultura fue presidente.

Durante sus años barceloneses tuvo una reconocida proyección en La Vanguardia a través de la sección “Notas bibliográficas”, donde sus obras literarias obtuvieron una acogida muy favorable, con críticas firmadas por Juan Ramón Masoliver o Melchor Fernández Almagro. A principios de los años cuarenta fue miembro, junto con Néstor Luján y Rafael Vázquez Zamora, del jurado que otorgó el premio “Simenon”, de la editorial Aymá, a Mario Lacruz por su novela El inocente. De su época de Barcelona es también el seudónimo de “Jaime Miravall” ─de evidentes referencias catalanas─, bajo el que publicó Barcelona (Noguer) en la colección “Andar y Ver”, que conoció varias ediciones en los años cincuenta y sesenta. Algunas de sus obras más importantes están publicadas en editoriales barcelonesas de los cincuenta: Destino, Noguer, Daimon, Diana, Aymá… En los sesenta hizo prólogos y traducciones para Salvat y Círculo de Lectores.

Los años barceloneses de Carlos Martínez-Barbeito hicieron de él un auténtico valedor de la cultura literaria catalana. En la Casa del Libro, en 1953, coincidió con Albert Manent en un acto de homenaje a Carles Riba con motivo de su sesenta cumpleaños. Mientras el escritor catalán hablaba de Carles Riba vist per la meva generació, Carlos Martínez-Barbeito destacaba en su disertación, El descubrimiento de Carles Riba, el desconocimiento que se tenía desde Madrid de las letras catalanas. En otro de sus estudios definió las vinculaciones del poeta catalán con la literatura gallega.

Fue un consumado coleccionista, afición que compartió con otros muchos miembros de la Asociación de Bibliófilos de Barcelona. Se introdujo en el coleccionismo casi en la adolescencia. Y ya en su madurez, cuando era director del Museo de América, inició una de sus colecciones más importantes: la cartografía de Galicia. Fue el primer gran coleccionista de mapas originales de Galicia. El grueso de esta colección lo reunió en Madrid en la década de 1970. Por entonces existían en la capital dos establecimientos especializados en mapas de época: el de la calle de Cedaceros, desaparecido en los años ochenta, y el de la calle de las Huertas, que todavía existe. En este último forjó su valiosa colección. Cuando en las Navidades de 1970 entra en la tienda un importante lote procedente de la biblioteca del Marqués de Pidal, Martínez-Barbeito adquiere, por cincuenta mil pesetas, todo el lote de temas relacionados con Galicia. Desde entonces visitaba todas las semanas el establecimiento y durante bastante tiempo fue el principal cliente de vistas, costumbres y mapas de Galicia. Cuenta Ramón Amieva, fundador y propietario de “Grabados México”, que era un “… coleccionista culto, que le entusiasmaba tanto un grabado con la vista de un remoto pueblo gallego, como un gran mapa. Los de F. de Witt, Ortelius, Blaeu, Mercator, los mapas de alta época, los compraba todos”.

Resulta ingente su producción bibliográfica: investigador erudito (historia, genealogía, geografía…), escritor de temas locales de Galicia, bibliógrafo, traductor, poeta, escritor de éxito en narrativa. Una de sus obras más conocidas, El bosque de Ancines: novela (Barcelona, Aymá, 1947), fue llevada al cine en 1971 por Pedro Olea.

Su colección de azabaches se encuentra actualmente en el Museo de Pontevedra, y sus libros forman parte de los fondos de la Biblioteca Martínez-Barbeito, de la Fundación Barrié de la Maza. La colección cartográfica del escritor y bibliófilo se encuentra depositada en el Archivo del Reino de Galicia.

Aunque se encuentra entre los primeros cincuenta socios, su adscripción a la ABB fue de corta duración, desde el 26 de junio de 1944 hasta el 12 de marzo de 1946. Su baja voluntaria quedó cubierta por Jorge Mata y Milá, de quien es descendiente directo el actual socio Miguel Milá y de Satrústegui, con el número 23.4.

No dejó descendencia de su matrimonio con Ana María Álvarez de Sotomayor y Castro, hija del pintor Fernando Álvarez de Sotomayor.

Fuentes y bibliografía:

  • Conversaciones con Ramón Amieva, fundador de “Grabados México”.

  • Referencias hemerográficas de La Vanguardia.

  • Gran Enciclopedia Gallega. Santiago de Compostela, 1974.

  • Puig Rovira, Francesc X.: “Els membres de l’Associació de Bibliòfils de Barcelona. Relació històrica”, Anuario de la Asociación de Bibliófilos de Barcelona. 2009-2010. Barcelona, 2011.