Puesta en página

La disposición del texto dentro de la página en los primeros impresos era una decisión del impresor pero que se vio influida por ciertos factores como la puesta en página que tenía el modelo (primero manuscrito y posteriormente impreso) así se fue estableciendo cierta costumbre de utilizar un diseño de página según el tipo de obra por ejemplo las biblias y libros litúrgicos solían hacerse en dos columnas y los textos clásicos griegos y romanos a línea tirada. El formato y tipografía elegidos fueron también decisivos sobre todo cuando el tamaño de los tipos se fue haciendo menor (por ejemplo una letrería de pequeño tamaño en un texto a línea tirada podía hacer incómoda la lectura). También se imprimieron textos son comentarios alrededor al igual que se hacía con los manuscritos glosados.

RB II/1878
Manuscrito RB II/1878 que contiene las obras de Séneca traducidas con glosas alrededor.

Incunable RB I/65 que contiene las sátiras de Persio en el centro de la página con una tipografía de mayor tamaño y con los comentarios de Bartolomeo della Fonte y Giovanni Britannico en una tipografía menor alrededor.

RB II/1029
Comienzo del libro del Génesis en una Biblia manuscrita del s. XIV y en un impreso de 1484.

 

Tipos móviles

Al tomar como modelo la escritura manuscrita, los impresores deben tener en sus cajas un sinfín de tipos diferentes para recoger las particularidades de esta y poder reproducir abreviaturas, ligaduras, contracciones, signos especiales, etc. Por ejemplo, La Biblia de 42 líneas está compuesta con 47 tipos para mayúsculas y 243 para minúsculas y demás signos.
 

RB I/81
  • Signos especiales: representan un conjuntos de letras y se usan para desinencias latinas, sufijos o prefijos. Ejemplos:  –rum (línea 2 en ethimologiarum), –us (línea 8 en sepius), –et (línea 24 en quolibet; aunque también se usa como –m: neutrum en línea 31). Aunque para algunos signos especiales se pueden usar tipos ya existentes como el 9 para el prefijo con- (línea 3 desde abajo en la palabra congruere).
  • Ligaduras: son dos letras unidas en un tipo: st (est en lin. 5 col. 2), pp (propheta lin. 29 col. 2), ct (dicta lin. 7 col. 2).
  • Contracciones en vocales: una raya sobre una vocal indica la elisión normalmente de una nasal (n o m) en posición anterior o posterior.
  • Contracciones en consonantes: la misma raya sobre una consonante señala la abreviatura de una palabra o alguna contracción: Abreviaturas como scdo (lín. 8) por secundo, lras (lin. 20) por letteras. Contraciones de P: perlegi (lin. 8), primo (lin. 8) prepositio (lin. 19 col. 2) prolixitas (lin. 18). Contracciones de Q: queque (lin. 11), quae (lin. 17), quod (lin. 25 col. 2). Etc.

Tamaño y diseño de los tipos

Los impresos más antiguos están grabados con tipos de un único cuerpo pero con el tiempo empezaron a aumentar los diseños y tamaños llegando a emplear en un mismo libro de 6 a 8 tipos distintos en época incunable (a partir del s. XVI más).
 

RB I/130

En este ejemplar de las obras de Aristóteles el impresor usó letrería en cinco tamaños: G90 para el texto, G68 para los comentarios y tres góticas de distintos tamaños (G106, G130 y G170) para los titulillos que va variando a lo largo del libro.
 

RB I/58

 Poder usar tipos de distinto tamaño también permite estructurar el texto de una forma sencilla y de agradable lectura. En este impreso Ungut y Polono usan 4 góticas: la mayor (G150) para el título de la primera página y para los titulillos de la parte superior de cada página (tabla, prólogo, libro primero, etc.); una 112G para títulos de subdivisiones más pequeñas (capítulos dentro de la tabla o leyes dentro de un título), una 98G para el texto y una 82G para las apostillas marginales. De esta forma la combinación de tamaños esctructura el texto de una forma visual.

El número de líneas por página va en aumento progresivamente porque se busca economizar papel haciendo tipos cada vez más pequeños (para lo cual además se redujeron los márgenes, que se solían dejar amplios, aunque esto es más difícil de comprobar por la acción guillotinadora de los encuadernadores).

En cuanto al diseño, cada impresor intentaba darle un aspecto propio a sus tipos pero podemos establecer tres grandes grupos de letras góticas:
 

  • Letra de forma o textura: es una escritura sin curvas, vertical, angulosa, rígida. Los huecos de las letras son hexagonales, los pies puntiagudos y los trazos ascendentes suelen adornarse. Algunas se hacían de gran tamaño para leer desde lejos (libros litúrgicos de atril) y otras de menor tamaño para breviarios y horas. Es la letra usada por Gutenberg la Biblia de 42 líneas. Quentell la usa para los titulillos en RB I/147 (2):
RB I/147
  • Letra de suma o rotunda. Es menos angulosa y tiene más líneas curvas en algunas letras. Pie en sección cuadrada. También se le denomina "semigótica" o "gótica redonda". Fust y Shöeffer la usaron sobre todo en obras jurídicas y religiosas. RB I/14.
RB I/14
  • Letra bastarda. Típica de los libros en lengua vulgar. En la versión francesa del Viaje a Tierra Santa (RB I/180), vemos esta gótica francesa donde vemso alguans características de las bastardas como son una ligera inclinación o los trazos descendentes de la s y la f.
RB I/180
  • Romana: Fue creada a partir del modelo de la minúscula carolina y apareció en Italia de la mano de los primeros impresores italianos Conradus Sweynheym y Arnoldus Pannartz. Quizás la romana más apreciada por su perfección es la de Nicolás Jenson (RB I/116):
RB I/116

 

Tipografía

letra La tipografía es el elemento más característico de los incunables. Es un rasgo distintivo que identifica una edición: ante un impreso sin colofón (ausente al menos un tercio de la producción total) el estudio de la letrería permite datarlo e, incluso, atribuirlo a un taller concreto.

Ludwig Hain en su Repertorium bibliographicum (1826-1838) estableció las bases para la catalogación de incunables. Frente a la costumbre de dar un título ficticio a los incunables, que solía ser el que la obra llevara en ediciones posteriores, propuso transcribir fielmente las primeras y últimas líneas (íncipit y explicit), de esta manera identificaba cada incunable de forma inequívoca; y junto al título y los datos de impresión (si faltaban lo señalaba en nota) añadía una serie de notas de forma abreviada en las que indicaba el formato, el número de líneas por página, la presencia de signaturas, de registro, de xilografías, etc. En cuanto a la tipografía indicaba si se trataba de caracteres góticos o romanos. Con esto podía identificarse una edición incunable pero no existía un método de identificación de la tipografía utilizada por lo que la vinculación con un taller concreto, ante un ejemplar sin datos de imprenta, derivaba del criterio del catalogador.

Con anterioridad a Hain, se publicaron repertorios con reproducciones de alfabetos tipográficos pero por lo general primaba el estudio literario más que el técnico. A finales del s. XIX se produjo un importante cambio promovido por Robert Proctor. Este estudioso, siguiendo a Henry Bradshaw que en diversas publicaciones había señalado la necesidad de sustituir el criterio de ordenación alfabética de Hain por criterios geográficos y cronológicos tal y como ya los usaban Panzer y Holtrop, y de seguir un método de descripción de tipos que los identificara de una forma exacta, publicó la primera parte del Index of the early printed books in the British Museum and in the Bodleian library in Oxford según este método. En su catálogo describía la tipografía usada dando la medida de veinte líneas de texto (medidas desde la base de la primera línea hasta la parte superior de la última sin tener en cuenta los trazos descendentes y ascendentes) y una breve descripción de la forma de los tipos remitiendo normalmente a otros que tenía presentes en la colección. El método de Proctor presentaba dos inconvenientes: la medición no servía para textos inferiores a veinte líneas y se recurría nuevamente a un criterio subjetivo al hablar de similitud entre tipos. El primer error lo subsanó él mismo en los suplementos a su catálogo tomando la medida desde la base de la primera línea hasta la base de la línea veintiuna. El segundo problema lo resolvió Konrad Haebler en su Typenrepertorium der Wiegendrucke:  para la forma y diseño del tipo, Haebler limitó el método comparativo a las letras que presentan más variantes, la M mayúscula para los tipos góticos y la Q mayúscula para los romanos. Para facilitar la aplicación del método,  incluyó un muestrario de tipos de M, de tipos de Q y de algunos otros signos distintivos y letras xilográficas.

Según el método Proctor-Haebler, la consignación de los tipos sigue esta pauta: R (redonda) o G (gótica) y la medida de las veinte líneas expresada en milímetros (aproximados pues el papel, la humedad, etc. condiciona la medición); y se identifica el tipo de M o Q utilizados (Haebler recogió casi cuatro mil alfabetos tipográficos)

Sin embargo, la fiabilidad de este método a la hora de identificar el impresor de un incunable es parcial dado que el trasvase de cajas tipográficas entre talleres hace que distintos impresores hayan podido usar los mismos tipos en distintos lugares, sobre todo a partir de 1470. Las tipografías podían venderse, heredarse o pertenecer a un editor que trabajara con distintos impresores.

RB I/145

Esta edición de Rhodie obsidionis descriptio de Guillaume Caoursin (RB I/145-2) se creyó impresa en Barcelona por Juan de Salzsburgo y Pablo Hurus (GW 6008), cuando en realidad,  Hurus ya estaba establecido en Zaragoza desde 1476 adonde había llevado los tipos de romana que ya usara con Salzsburgo.

Se conserva un estado de esta edición con variante en la última hoja que confirma este hecho. Vindel (IV, 9) reproduce los dos colofones. El conservado en la Real Biblioteca se imprimió primero; el ejemplar de la Biblioteca Vaticana verifica que, una vez impresos varios ejemplares, se detectaron dos erratas y se corrigieron sobre la marcha: una de puntuación, en la línea 5 y otra en la línea 7, donde se sustituye eis por ei[us]. Más decisiva es la supresión de la palabra pridie por Cesarauguste, para dejar constancia del lugar de impresión.