Atlas Mayor sino Cosmographia Blaviana: en la qual exactamente se descrive la tierra, el mar y el cielo [que contiene las cartas y descripciones de Noruega, Suecia y Dinamarca] / por Juan Blaeu

[Amsterdam: Officina Blaviana, post. 1678]

1 atlas ([34], VI h., 98 p., 44, 70, LII p., 63 h. de mapas y 13 h. de grab. calc., col.; escalas varias, algunas compaseras, predominando la milla alemana); 56'5 cm.

Signatura: VIII/M/20 | Procedencia: Ex libris de D. Antonio Álvarez de Abreu [Marqués de la Regalía], del Consejo y Cámara de Indias

La culminación de la cartografía antigua clásica en forma de atlas son las piezas salidas de las famosas nueve prensas blavianas, cada una con el nombre de una musa, establecidas en el edificio de la Casa Blaeu. Tras el traslado del eje productor europeo de Italia a los Países Bajos, las guerras por la independencia holandesa, dentro de la llamada Guerra de los Ochenta años, de origen religioso, hacen que se vuelva a trasladar dicho eje a las Provincias Unidas, como se indicó. Ello se debía a alta capacidad financiera neerlandesa para abordar costosos empeños cartográficos de grandes atlas, en verdaderas obras de arte tipográfico y cartográfico a la vez, iluminadas habitualmente por los llamados affseter, coloreadores de la casa que usaban pigmentos muy puros que han desafiado en su brillo y colorido al paso de los siglos.

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La excelencia de la Casa Blaviana era conocida en España ya en su tiempo por el mismo Felipe IV, al que Joan Blaeu (1596-1673) quiso dedicarle el Atlas Maior, cuyo primer volumen es el aquí recogido [localizó la dedicatoria Fernando Bouza, en Archivo General de Simancas, Estado, legajo 3283, fol. 186]. Al iniciarse el ambicioso proyecto editorial en los años cincuenta, le dio tiempo de dedicarlo al Rey Planeta. Pero hechas las tiradas en diversas lenguas, la realizada en español fue la postrera, ya muerto el monarca.

Los juegos completos son raros en español pues hubo un incendio en el almacén en 1672, fundiéndose las planchas de cobre y completándose los ejemplares por tanto con planchas en otras lenguas, soliendo faltar algunos de los diez que se tiraron, de los doce previstos. El dicho incendio fue gran disgusto para Joan, que tal vez le causó la muerte pues murió en breve. Joan era hijo de Wilhem, notable cartógrafo en su tiempo, y desde 1635 trabajó con él para el Atlas Novus. A los pocos años murió el padre y Joan con su hermano Cornelius -muerto en 1648- continuaron con mayor rigor y excelencia aún. Esto le hizo ser nombrado cartógrafo oficial de la potente Compañía Holandesa de Indias Orientales.

Tras el Atlas Maior -originario como idea en realidad de su padre, pero que hasta 1662 no pudo empezar a imprimirse tras unos años de concepción- pensaba realizar una cosmología, pero el gran esfuerzo del Atlas Maior y el desastre del incendio le llevaron a la tumba. El Maior se cimenta en el anterior Atlas Novus de la casa, y a su vez éste era un desarrollo del atlas de Ortelius, el Theatrum Orbis Terrarum de 1570, mejorado en sucesivas ediciones. De hecho compraron planchas de él en 1629. La exactitud cartográfica no podía ser mayor en su tiempo, y el alarde tipográfico, con la altísima calidad de puesta en página, tampoco.

El ejemplar de la RB se debe al consejero de Indias Álvarez Abreu, marqués de la Regalía, notable bibliófilo; es ejemplar genuino pues conserva la encuadernación en pergamino a la romana con planchas gofradas y la característica esfera armilar al centro de los planos, en diseño de Albert Magnus, el maestro ligador de tan emblemática Casa