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Día de las Bibliotecas en la Real Biblioteca de Patrimonio Nacional

 

Desde el año 1997 cada 24 de octubre se celebra en varios países el Día Internacional de las Bibliotecas. Fue la destrucción de una de ellas, la de Sarajevo en 1992, la que impulsó una iniciativa que pretende servir de recordatorio contra la barbarie cultural. El valor simbólico de las bibliotecas como depósitos de la memoria humana y del saber, revive así de año en año en una jornada que sirve de conmemoración de nuestra identidad como especie: somos herederos de una tradición de cultura escrita que preserva la memoria de la humanidad. 

La Real Biblioteca se unió a esta celebración y desde el día 21 hasta el 25 de octubre ofreció cada mañana la posibilidad de un encuentro en sus dependencias a los trabajadores de Patrimonio Nacional. En torno a un centenar de personas visitaron la Biblioteca durante esa semana. Organizados en grupos reducidos, tuvieron ocasión de transitar por este espacio acompañados por los técnicos responsables del funcionamiento de la Biblioteca. Además de conocer el trabajo que se desarrolla en esta institución, los visitantes pudieron disfrutar de una selección de encuadernaciones artísticas comentadas por la directora de la Real Biblioteca. El examen de los libros, arropado por una explicación que los sitúa en su contexto histórico y cultural, es la mejor introducción al valor y al sentido del patrimonio bibliográfico conservado en la Biblioteca. 

Los técnicos explicaron también los recursos que se han ido desarrollando en esta sede para ofrecer a la comunidad científica herramientas útiles de trabajo sobre la colección bibliográfica de la Real Biblioteca: el catálogo automatizado de sus fondos, el recurso RB Digital, que permite el acceso externo al contenido de fondos completos (incunables y música manuscrita), las bases de datos especializadas de encuadernación histórica y ex libris, micrositios que abordan en detalle fondos concretos (manuscritos de América, incunables, cartografía histórica, libros censurados, la biblioteca de la reina Victoria Eugenia de Battenberg o ediciones de Aldo Manuzio), y la revista Avisos, una puerta al conocimiento de aspectos concretos y de la colección bibliográfica de la Real Biblioteca que incluye noticias de primera mano sobre los fondos, reseñas de obras relacionadas con la Historia del Libro y la Lectura, así como series de artículos dedicados a las dos series documentales más extensas de la colección: la correspondencia del cardenal Granvelle y la del conde de Gondomar, cuya librería particular se integró en los fondos de la biblioteca real durante el reinado de Carlos IV.

El recorrido comentado que se ofreció a los visitantes por diversas salas les permitió conocer el espacio físico de la Biblioteca y el trabajo específico de sus técnicos en diversos campos que abarcan desde la catalogación del fondo hasta los servicios públicos vinculados a las labores de reprografía y de atención a los investigadores que acuden a consultar las obras conservadas en esta sede. 

El encuentro entre los visitantes y los técnicos y el diálogo que se estableció entre ambos grupos, fue una manera, cercana y precisa, de hacer bueno el propósito del día: preservar la memoria de una antigua herencia cultural y prolongarla con el compromiso de hacerla accesible a todos.