el folio (pliego doblado longitudinalmente) es el formato más usado en el periodo incunable. Más de la mitad de la colección de la Real Biblioteca está en este formato. El pliego podía ser de gran tamaño, forma regalis, de unos 70 x 50 cm., o más pequeño, forma communis, de aproximadamente 50 x 30 cm. (aunque tiene más variantes). En este formato, la disposición de los corondeles (líneas más separadas) en posición vertical y la filigrana (cuando existe)  en el centro de la hoja, son las características materiales constatables al trasluz .

El cuaderno (unidad material básica para la encuadernación) se obtiene a partir de la agrupación de pliegos. Lo más habitual es el cuaderno de cinco pliegos o "quinterno", que da un cuaderno de diez hojas. Fue tan común que se mantuvo dicha expresión para cuadernos de menor cantidad de hojas. Posteriormente fue desplazado por el cuaderno de ocho hojas. Muchos impresores fabricaron secuencias irregulares de cuadernos.

Se pueden encontrar, aunque no es habitual, incunables que mezclen formatos, por ejemplo en casos en los que el impresor usa para un tamaño folio pliegos de forma communis mezclados con medios pliegos de forma regalis, lo que provoca que la disposición de los corondeles varíe a lo largo del ejemplar.