Desde el momento de su fundación por el Conde Ripalda en 1864, la Cruz Roja Española (CRE) se esforzó por asentarse como institución en el país y para participar en conflictos internacionales. La CRE estuvo desde el principio bajo el patronazgo de la Casa Real española que contribuyó a su consolidación y desarrollo. La primera Asamblea española se constituyó bajo la presidencia del infante don Sebastián de Borbón y de Braganza. La Sección Central de señoras fue creada el 7 de junio de 1870 presidida por la duquesa viuda de Medinaceli; la secretaria general fue Concepción Arenal. El Secretario General de la Suprema Asamblea de la Cruz Roja Española, Juan P. Criado y Domínguez, donó muchas publicaciones conservadas hoy en la Real Biblioteca (véase por ejemplo la Memoria leída por el Secretario General de la Suprema Asamblea de la Cruz Roja Española D. Juan P. Criado y Dominguez en la solemne Junta General celebrada en Madrid el 30 de Diciembre de 1894 CAJ/FOLL4/66 (5).
Victoria Eugenia se implicó en el desarrollo de la CRE y su vínculo con la Cruz Roja Internacional se intensificó durante la primera Guerra Mundial con particular interés en la creación de la oficina pro Captivis.
En el acto de la Asamblea Suprema (Madrid, 1915) el rey mostró su apoyo a la institución. En 1916 se reorganiza (RD 16 de enero de 1916) y define sus objetivos influidos por los conflictos bélicos internacionales: apoyo sanitario en las guerras y socorro en catástrofes y siniestros en tiempos de paz. La jefatura de la institución recae en el monarca quien delegará en la reina que, a su vez, preside la sección de Señoras.
La CRE llevó a cabo estos fines. Se puede citar su intervención en el hundimiento de la Casa Tapies en Lérida en 1902, en las inundaciones y terremotos de Murcia, Cataluña, Alicante y Sevilla en 1917-1918 y en la explosión del Machichaco en Santander. Intervino para paliar epidemias como la lepra, el paludismo, la tuberculosis, la viruela, la gripe, el cólera, etc.
Participó en las diferentes conferencias internacionales (Berlin 1869), Viena 1897 y San Petesburgo 1902. La Familia Real apoyó con su asistencia la participación española en estas conferencias (50º Aniversario del Convenio de Ginebra y Creación de la Cruz Roja Española : Velada conmemorativa celebrada en Madrid el 19 de mayo de 1914 con asistencia de SS.MM. y AA.RR. Madrid (Imprenta Clásica Española), [1914] Incluye fotografías de los participantes y de los reyes (XXII/2037).
La Real Biblioteca conserva testimonio escrito o gráfico de muchas de estas actividades.
La primera bibliografía que recogía las publicaciones de la Cruz Roja española se debe a Juan Pedro Criado y Domínguez, secretario general de la Asamblea Suprema de la Cruz Roja Española y bibliógrafo. En 1898 se imprimió el primer Catálogo de algunas publicaciones relativas a la Cruz Roja Española, obra que recibió los elogios del Comité internacional de Ginebra y de la que se hicieron varias ediciones corregidas y aumentadas. Ejemplares de sus obras conservados en la Real Biblioteca.
Uno de los principales empeños de la reina fue el desarrollo de la enseñanza de enfermeras en nuestro país. En la Junta General de la Asamblea Suprema celebrada en Madrid en 1914, se nombró al doctor Fernando Calatraveño para que se encargara de organizar la enseñanza de enfermeras. Se establecieron dos grupos: el de las Damas Enfermeras, integrado por mujeres no profesionales, y el de Enfermeras profesionales.
La Reina Victoria Eugenia inauguró en 1915 el Curso Oficial para Damas Enfermeras. El segundo curso se inició el 22 de febrero de 1917 en el Colegio Santa Isabel de Madrid bajo la presidencia de Victoria Eugenia, de la reina Maria Cristina y de las infantas Isabel, Luisa y la duquesa de Talavera. En el AGP se conserva una fotografía que recoge el momento de la inauguración (AGP inv. 10214755).
En 1917 Alfonso XIII decretó la constitución de un Cuerpo de Damas Enfermeras de la Cruz Roja Española y la Asamblea Central de Señoras presidida por la reina, secundada por su secretario Rafael Gordón Wardhouse y por su sustituto en el cargo, Domingo Salazar, secretario de la reina Victoria Eugenia en la Asamblea Central de Señoras de la Cruz Roja. En la Real Biblioteca se conservan varias pruebas realizadas a mano que se diseñaron para elaborar el Título que otorgaba la reina a las señoras de la Asamblea Central de la Cruz Roja. Una vez aprobado el modelo, se mandó imprimir y se autorizó su uso (ARCH3/CAJ/20 (93), VI/B/1 (19, 1) y VI/B/1 (19, 2).
El ministerio de Guerra aprobó un programa oficial que se reflejó en todos los manuales destinados a impartir la docencia en los diferentes centros del país. En algunos de estos centros se formaron miembros de la familia real, como las infantas Isabel, Beatriz y Cristina, cuyos manuales, dedicados por los autores, se conservan en la Real Biblioteca.
A partir de este momento se publicaron muchos libros para la formación teórica y sobre todo práctica de este cuerpo no profesional. En la Real Biblioteca se conservan los reglamentos del cuerpo, el programa de estudios y los diferentes manuales que se pusieron en circulación. También se conservan algunos actos homenajes a las primeras alumnas, así como fotografías de los diferentes hospitales donde se impartían las clases.
b. Enfermeras profesionales de la Cruz Roja
La creación de este cuerpo en España se demoró porque el cuidado de los enfermos estaba en manos de las comunidades religiosas. Para organizar la Escuela de Enfermeras profesionales la reina se fijó en otros centros extranjeros como el Hôpital Modèle de Paris.
Para su formación se adquirió el hospital conocido como San José y Santa Adela, inaugurado en 1918 y que más tarde pasó a llamarse Hospital Central de la Cruz Roja. Parte del mismo se destinó a residencia de alumnas enfermeras con carácter profesional, con lo que quedó organizada la Primera Escuela de Enfermeras Profesionales de España. Una de las primeras alumnas del centro fue Carmen de Angoloti y Mesa, duquesa de la Victoria, que realizó sus estudios de Dama Enfermera de la Cruz Roja entre los años 1918 y 1920. Empezó a prestar sus servicios en el hospital. La duquesa de la Victoria colaboró estrechamente con la reina en la red hospitalaria de la Cruz Roja española. Impulsó, además, los estudios de las Escuelas de Enfermeras. La reina se implicó durante el levantamiento de las cabilas rifeñas, en julio de 1921; su dinamismo resultó definitivo para movilizar todos los medios de que disponía la institución en la península y en Marruecos. Las Damas Enfermeras, dirigidas por la duquesa de la Victoria, se entregaron en esta guerra de África.
La Cruz Roja Española recibió la invitación de la Liga de Sociedades de la Cruz Roja para que alguna de sus enfermeras participase en el Curso de enfermeras visitadoras del Bodford College for Women (Londres, 1922-1923). La reina nombró a Maria Luisa Martínez de Aguiar de Pedroso, Dama Enfermera subjefa del Hospital Dispensario de San Sebastián, para que participara en el curso. En la Real Biblioteca se conservan la Memoriade este curso redactada por ella (II/4062 (14, 7). Con posterioridad a este curso, la Asamblea Suprema de la Cruz Roja española creó un organismo que, bajo el nombre de Enfermeras Visitadoras, se encargaría de cuidar a los enfermos en sus respectivos domicilios. Como novedad quedó reflejada en su Reglamento publicado en 1929 (C 915 (6). Para asistir al Congreso Europeo de formación de enfermeras, la reina designó a la duquesa de Fernán-Núñez y a Ángeles Molina, viuda de Lerzundi, ambas Damas Enfermeras de primera clase del Hospital de la Cruz Roja de Madrid.
c. Creación de la Oficina pro Captivis en el Palacio Real
Se considera a la reina la auténtica impulsora de la creación en Palacio de una oficina para el canje y socorro de prisioneros de la primera Guerra Mundial.
Los antecedentes de la guerra están en la firma del tratado hispano francés de 1904 por el que el imperio marroquí se dividía en dos zonas de influencia. Todo el proceso del conflicto que tuvo diferentes episodios está bien documentado en la RB.
Desde el primer levantamiento rifeño (1909) hasta que quedó pacificado el territorio con el llamado desembarco de Alhucemas (1926) se llevaron a cabo infinidad de actividades entre las que destacan la organización de una Asociación de señoras y una Junta de Damas bajo la presidencia de la reina madre para socorrer a los heridos y sus familias. Se añade a ello la construcción de hospitales en Marruecos y el desarrollo de nuevos métodos sanitarios para el transporte de heridos, como la primera ambulancia. La duquesa de la Victoria inició diversas suscripciones y actos a beneficio de los hospitales de la Cruz Roja. En navidad, instituyó la costumbre del «Aguinaldo del Soldado» entre las fuerzas que operaban en el protectorado.
Por su labor humanitaria con los combatientes de África la reina recibió por real decreto la Gran Cruz de la Orden Civil de Beneficencia. El diploma de la concesión se conserva en la Real Biblioteca, enmarcado en plata (10013052) y guardado en armario de madera realizado por el cuerpo de inválidos (10013053).
e. Visitas e inauguración de hospitales
La construcción de hospitales o la visita de la reina a estos centros para conocer sus intalaciones y recaudar fondos fueron actividades continuadas. Algunos de estos centros llevan su nombre en honor a la reina. Diplomas, álbumes y fotografías dejan constancia de estos actos y visitas. Muchos de estos hospitales editan sus memorias y cuentas y remiten a la casa real un ejemplar como testimonio de su actividad.
El álbum FOT/891 recoge el acto de la colocación de la primera piedra del Hospital de Barcelona (18 de abril de 1920) que junto con el Hospital de San José y Santa Adela de Madrid fueron creación de la reina. Los infantes presidieron el acto en representación de los reyes. El origen del Hospital de Barcelona se remonta a 1918 y a la adquisición de unos terrenos en la calle Dos de Mayo por parte de la asamblea provincial a instancias de la reina. El hospital fue inaugurado el 1 de diciembre de 1923 por la reina, como recogen las fotografías conservadas en el AGP (AGP inv. 10216962, AGP inv. 10216963).
f. Diversos actos e iniciativas a beneficio de la Cruz Roja
Además del apoyo al cuerpo de enfermeras la reina llevó a cabo diferentes actos a favor de la Cruz Roja: visitas a hospitales y centros de socorro, actos para recaudación de fondos o apoyo para su mantenimiento. Memorias, boletines, publicaciones periódicas y fotografías dejan constancia de algunas de estas iniciativas promovidas por Victoria Eugenia:
- Ediciones a beneficio de la Cruz Roja.
Inglaterra había sido pionera en la edición de publicaciones para dar a conocer y recaudar fondos para la Cruz Roja incluso con ediciones infantiles. Entre los fondos de la biblioteca se conserva un ejemplar de Knights of the Red Cross de Dorothea Moore, London, Thomas Nelson and sons, [1907] (VIII/17830). El ejemplar perteneció a la reina.
Cuando comienza la Primera Guerra Mundial los miembros de las casas reales de países como Inglaterra o Rumanía se involucran activamente en la recaudación de fondos para la Cruz Roja. Algunos trabajando como voluntarios y otros llevando a cabo diferentes proyectos editoriales como el de la reina Maria de Rumanía, prima de Victoria Eugenia, (Missy para sus allegados) que con este propósito escribió My Country.
Un ejemplar de esta obra, presidido por una fotografía de la reina vestida como enfermera de la Cruz Roja, forma parte en el fondo Reina Victoria (XXII/1740).
Victoria Eugenia en España prolonga esta iniciativa y fomenta la edición de un libro sobre el Museo Romántico: una Guía de tres de sus salas. El ejemplar lleva la siguiente inscripción: «El producto íntegro de este ejemplar y de toda la exposición se destina a los Hospitales de la Cruz Roja. Suscripción iniciada por S.M. la Reina».
Se conservan también dos ejemplares de Paris inconnu : L'inondation de 1910 au profit des sinistrés (XXII/2178-2179) editada por la Societé d'editions artistiques de tourisme et de sports, para recaudar fondos a favor de la Cruz Roja a beneficio de los damnificados por las inundaciones que sufrió Paris en 1910.
El apoyo a la institución se extiende también a las publicaciones periódicas. Además de la revista que edita la propia Cruz Roja Internacional, la Revue internationale de la croix rouge (XXII/2135), algunas revistas de novedades o religiosas editan números especiales dedicados a la Cruz Roja.
También se editan ephemera de carácter promocional: calendarios, tarjetas postales, revistas, sellos, carteles, publicidad. Grandes artistas colaboraron con frecuencia en estas iniciativas.
El artista galés Gerald Spenser Pryse participó con una litografía en un folleto publicado en Londres para recaudar fondos a favor de la Cruz Roja de Bélgica durante la Gran Guerra. Se tiraron también posters y carteles con el mismo tema.
También los calendarios tuvieron este propósito recaudatorio. Dos muestras interesantes en la biblioteca de la reina son Les quatre saisons du Poilu (XXII/G/28) y el calendario de la Croce Rossa Italiana para 1922 (GRAB/395).
El álbum de sellos de la Cruz Roja con todas las personas de la casa real representadas que se imprimió en Londres en 1926, pone de manifiesto su implicación con esta institución humanitaria. Se conservan dos ejemplares que pertenecieron al príncipe de Asturias y al infante don Jaime [GRAB/443 y GRAB/443bis].
- Actos a beneficio de la Cruz Roja.
Veladas musicales o teatrales y corridas de toros fueron actos frecuentes a beneficio de la Cruz Roja que contaron con el apoyo de la reina. De muchas de estas iniciativas se conserva testimonio documental.
Victoria Eugenia saluda en el palco de la Plaza de Toros de las Ventas (ver AGP inv. 10213752).
La reina y otros miembros de familia real inauguran una tómbola para recaudar fondos para la Cruz Roja (ver AGP inv. 10214778).
Los programas y los carteles de estos actos benéficos informan de los contenidos; en algún caso, se conserva en la Real Biblioteca la pieza teatral representada.
La reina conservó un programa del Festival artístico a beneficio de la Cruz Roja en el Teatro de la Princesa de Madrid (marzo, 1922) al que asistió la familia real enumera los artistas participantes entre los que destacaron María Guerrero, Fernando Díaz de Mendoza y su hijo y el compositor peruano Alfonso de Silva (XXII/1758). Además, se encuentra el texto de la pieza representada, obra de Eufrasia Villalvilla.
g. Homenajes a la reina Victoria Eugenia por su apoyo a la Cruz Roja Española
Entre los materiales conservados hay muchos homenajes, diplomas, composiciones poéticas y también fotografías que recogen instantáneas de algunos actos celebrados para agradecer la labor de la reina. En la dedicatoria de Legión, el autor homenajea a la reina como soldado herido y curado en los hospitales de la Cruz Roja que ella ayudó a sostener (XXII/1681).
La Gran placa de Honor y Mérito de la Cruz Roja, una de las condecoraciones civiles más importantes del momento (VIII/6518) le fue otorgada a petición de la Asamblea Central de Señoras. Se costeó por suscripción entre todas sus Damas Enfermeras. La condecoración se la impuso a Victoria Eugenia la reina madre, Doña María Cristina, en un acto celebrado en el Salón de Columnas de Palacio el 30 de noviembre de 1921.
La duquesa de la Victoria recibió un homenaje por toda su trayectoria en el que se erigió un monumento en su honor. Los diferentes actos fueron recogidos en el Homenaje á la Duquesa de la Victoria, Madrid (Talleres del Depósito de la Guerra, 1926 (VIII/11395, INF/5240).
Durante la visita de los reyes a Barcelona, en 1929, la reina inauguró un monumento de la Cruz Roja en agradecimiento a su labor como jefa Suprema de la Cruz Roja. Durante esta visita la reina pasó revista a las tropas de la Cruz Roja. En el AGP se conserva documentación gráfica de la visita (AGP inv. 10208692, inv. 10216964, 10216965).