La primera hoja en blanco sirve de protección al ejemplar hasta que se aborde su encuadernación. El tiempo transcurrido desde su impresión hacía que en muchos casos la hoja inicial estuviera sucia o rota, lo cual prueba que cumplían su función. En tales casos, estas hojas se eliminaron al encuadernar el ejemplar o se encolaron a la cubierta.  La signatura o el registro evidencian su falta. Cuando se han conservado suelen ofrecer un espacio idóneo para ex libris y anotaciones manuscritas.

Si el hecho de que muchos impresores dejaran deliberadamente (no podía ser de otra forma ya que encontrar hojas en blanco al final del libro sí puede ser accidental pero al comienzo ha de ser intencionado) la primera hoja en blanco se debe a un afán protector del comienzo del texto ¿por qué dejó de hacerse cuando apareció la portada, especialmente cuando ésta empezó a estar más decorada y a contener más información? ¿No sería necesario protegerla también? El caso es que esta práctica empezó a declinar con el uso de la portada.

RB I/12