En 1815, don Carlos Baldiri de Riera, empleado en Reales Loterías, propuso al rey Fernando VII cederle el monetario que había formado durante años a cambio de su nombramiento como bibliotecario numismático.

Tras la aceptación del rey, las monedas de Baldiri, que ocupó el cargo al que aspiraba hasta 1833, pasó a formar parte de la biblioteca real. A ellas hay que unir el medallero procedente de la Cámara Real. La colección es representativa de esa voluntad de las librerías del Antiguo Régimen por constituirse también en gabinete de bellas artes.

Bibliografía:

Vives, Antonio, Medallas de la casa de Borbón, de Amadeo I, del Gobierno Provisional y de la República Española, Madrid, [Blass y Cia.], 1916.