Los alemanes Jorge Coci, Leonardo Hutz y Lope Appentegger heredaron el taller de Hurus y respetaron su marca tipográfica como vemos en I/47 (1). Esta asociación duró solo un año, de 1499 a 1500, porque parece que solo hicieron los trabajos que tenía previstos Hurus por eso mantienen en todos su marca y junto a sus nombre en el colofón se refieren a sí mismos como "fideles socios". Después se deshace la sociedad quedando solo Jorge Coci, que deja de usar la marca de Hurus e imprime sus iniciales aunque mantiene la orla y las figuras de Santiago y San Sebastián.